El intento de reconquista de México fue un episodio histórico ocurrido en 1829, después de la caída del Imperio de Iturbide y la restauración de la República Federal de México. En ese momento, el gobierno español, encabezado por el rey Fernando VII, trató de recuperar el control de México y de otros países de América Latina que habían logrado su independencia.

El intento de reconquista se inició en Cuba, donde España tenía una importante base militar. Desde allí, el general español Isidro Barradas organizó una expedición para invadir México y restaurar el dominio español en el país. En octubre de 1829, la expedición desembarcó en la costa mexicana del estado de Tamaulipas, pero fue derrotada por las fuerzas militares mexicanas.

El gobierno mexicano, encabezado por el presidente Vicente Guerrero, logró organizar una efectiva resistencia contra la invasión española. Las fuerzas militares mexicanas, lideradas por el general Antonio López de Santa Anna, lograron expulsar a los invasores españoles después de varias batallas.

El intento de reconquista de México fue un intento fallido por parte de España para recuperar su antigua colonia. El gobierno mexicano logró demostrar su capacidad para defender su independencia y su soberanía, lo que contribuyó a afianzar el proceso de consolidación de la nación mexicana. Además, el intento de reconquista tuvo un impacto significativo en la política internacional, ya que confirmó el reconocimiento de la independencia de México por parte de otros países y fortaleció el movimiento de emancipación en América Latina.