El Segundo Imperio Mexicano fue un gobierno monárquico establecido en México en 1864, como resultado de la intervención francesa en el país. Este gobierno fue encabezado por el Archiduque austriaco Maximiliano de Habsburgo, quien fue proclamado Emperador de México.

El gobierno de Maximiliano buscó modernizar y estabilizar el país, implementando una serie de reformas económicas, políticas y sociales. Maximiliano y su esposa, la Emperatriz Carlota, establecieron una corte imperial en la Ciudad de México y emprendieron proyectos de construcción y urbanización en todo el país.

Sin embargo, el Segundo Imperio Mexicano enfrentó una serie de desafíos, incluyendo la resistencia de los grupos republicanos y la falta de apoyo popular para el gobierno monárquico. Además, la intervención francesa que había permitido la creación del Segundo Imperio terminó en 1867, lo que dejó al gobierno mexicano sin el respaldo militar que necesitaba para mantenerse en el poder.

Después de tres años de gobierno, el Segundo Imperio Mexicano llegó a su fin en 1867, cuando las fuerzas republicanas lideradas por el General Porfirio Díaz y el presidente Benito Juárez lograron expulsar a las fuerzas francesas del país y derrotar al ejército imperial. Maximiliano fue capturado y ejecutado por las fuerzas republicanas, y México volvió a ser gobernado por un gobierno republicano.